jueves, 18 de agosto de 2011

Grandes Estrategas de la Historia


JULIO CÉSAR






Indiscutiblemente, uno de los aspectos más reconocidos de la personalidad de Julio César es, sin duda, su genio militar. Este genio fue puesto a prueba muchas veces a lo largo de su accidentada vida castrense, y César respondió a los retos casi siempre con innovaciones tácticas o añagazas que sorprendieron a sus contrarios y que le hicieron ganar ventajas en un terreno u otro.

Según Suetonio, César era un auténtico soldado, que compartía con sus milites las fatigas de la guerra; era experto en las armas y en equitación. También sabemos que era un general valiente,que dirigía sus tropas desde el propio frente de batalla, para que su ejemplo infundiera valor en los soldados, y era proclive a las arengas y mantenedor de una férrea disciplina. Sin embargo, sus soldados lo veneraban y fueron muy raros los casos de deserción, quizá debido al carácter magnánimo de César. También montaba un caballo de nombre Genitor que nació en los establos que el general tenía en su casa. El caballo presentaba atavismo en las patas, por lo que tenía varios dedos largos rematados en pezuña además de casco central, algo causado por la desactivación del gen inhibidor que impide el crecimiento de más dedos en los caballos aparte del tercero durante el desarrollo embrionario.

Para ofrecer una visión lo más amplia posible de la capacidad táctica de César se ha elegido ofrecer breves reseñas de algunas de sus batallas; quizá no las más representativas o fundamentales, pero sí de las que supusieron alguna innovación táctica o una muestra de cómo César dirigía sus tropas: la Batalla de Bibracte como ejemplo de batalla contra fuerzas no romanas, la Batalla de Alesia como ejemplo de asedio, la Batalla de Farsalia como ejemplo de lucha entre romanos, la Batalla de Ruspina por la manera en la que se convirtió de una derrota casi segura en una retirada ordenada, y la Batalla de Tapso en África, que supuso la derrota de las fuerzas pompeyanas establecidas en esa provincia y, a la larga, la muerte de Catón y otras figuras señeras de la oposición a César.

NAPOLEÓN I BONAPARTE




Durante un periodo de poco más de una década, adquirió el control de casi toda Europa Occidental y Central mediante una serie de conquistas y alianzas, y sólo tras su derrota en la Batalla de las Naciones, cerca de Leipzig, en octubre de 1813, se vio obligado a abdicar unos meses más tarde. Regresó a Francia y al poder durante el breve período llamado los Cien Días y fue decisivamente derrotado en la Batalla de Waterloo en Bélgica, el 18 de junio de 1815, siendo desterrado por los ingleses a la isla de Santa Elena, donde falleció.

Napoleón es considerado como uno de los mayores genios militares de la Historia, habiendo comandado campañas bélicas muy exitosas, aunque con ciertas derrotas igualmente estrepitosas. Sus agresivas guerras de conquista se convirtieron en las mayores operaciones militares conocidas hasta ese momento en Europa, involucrando a un número de soldados jamás visto en los ejércitos de la época. Además de estas proezas bélicas, a Napoleón también se le conoce por el establecimiento del Código Napoleónico y es considerado por algunos un «monarca iluminado» debido a su extraordinario talento y capacidad de trabajo.

Napoleón Bonaparte fue un estratega brillante. Logró absorber los conocimientos militares esenciales de su época y aplicarlos exitosamente. Como planificador en el campo de batalla fue bien conocido por su creatividad en las tácticas de movilización de la artillería. Sin embargo su éxito no se debía únicamente a su carácter innovador, sino a su profundo conocimiento e inteligente aplicación de las tácticas militares convencionales. Como él decía: «He peleado en sesenta batallas y no he aprendido nada que no supiera anteriormente». Como oficial de artillería, desarrolló nuevas tácticas y empleó la artillería como una fuerza móvil para respaldar los ataques de la infantería, beneficiándose de la ventaja tecnológica de Francia en materia de armamento. Fue conocido como un comandante agresivo, que contaba con la lealtad de soldados altamente motivados. También fue el primero que hizo uso de sistemas de telecomunicación, la llamada «línea Chappe de semáforos», implantada en 1792. También fue un maestro en materia de espionaje y de engaño. Frecuentemente ganó batallas al conocer de antemano el movimiento de las tropas enemigas.

ERWIN ROMMEL


Se consideró siempre a sí mismo como un soldado profesional. En las escasas ocasiones en las que hablaba con su esposa e hijo sobre su tiempo de campaña, decía siempre que la guerra era «una ocupación estúpida y brutal», a la que sin embargo se dedicaba con pasión. Totalmente devoto de sus hombres, disfrutaba con el entrenamiento continuo y era tenido por un jefe duro y exigente, pero siempre cercano y responsable. De hecho acostumbraba a ser más querido por la tropa que por sus oficiales. Decididamente no era un típico militar prusiano con ascendencia noble, sino un oficial de tropa de origen burgués. Nunca formó parte de la camarilla de oficiales que lideraba el Estado Mayor General alemán, con lo que se ganó multitud de enemigos en ese entorno, lo que le resultaría fatal en sus últimos días.

Fue uno de los generales que mejor entendió y asumió el concepto de Blitzkrieg, precisamente porque ya desde la Primera Guerra Mundial lo practicaba como fruto de sus propias reflexiones. Basta ver sus acciones de guerra durante ese periodo, incluyendo las que le hicieron ganar la Pour le Mérite, para darse cuenta de que durante la Segunda Guerra Mundial no hizo más que repetir los mismos conceptos que en la Primera, con mejor material y mayores efectivos. El tipo de reacción por sorpresa y la rapidez de decisión requeridos por una guerra ofensiva móvil eran la base del carácter y la forma de ser de Rommel. A nivel táctico era un líder sin igual, dotado de lo que los alemanes llamaron Fingerspitzengefühl: una intuición táctica que parecía emanar de la punta de sus dedos, la capacidad de «leer» el terreno, tanto a simple vista como mediante un mapa, anticipándose a los planes del adversario y maniobrando a su antojo. Circulan multitud de anécdotas sobre esa capacidad casi sobrenatural, relatadas por parte de veteranos que coincidieron con él en alguna campaña. Según el capitán Hartmann, camarada de Rommel en el frente italiano, se decía en la división que «el frente está donde esté Rommel».

En el trato era humilde y directo. Detallaba todos sus planes de forma metódica y concisa. Al transmitirlos, lo hacía siempre de forma didáctica, dando las explicaciones pertinentes y repitiendo las partes más importantes a fin de enfatizarlas. Tenía siempre la tendencia a tomar directamente el control de las operaciones cuando lo creía necesario; incluso siendo mariscal de campo, no era raro verle al mando de un batallón liderando un avance. Eso mejoraba de forma palpable su relación con la tropa, que admiraba el ejemplo dado por «su» general, pero fue visto no pocas veces como una intromisión por parte de los oficiales temporalmente desplazados.

3 comentarios:

  1. Cada uno de estos personajes han dejado historia, no solo por ser valientes, sino por desarrollar estrategias inteligentes que lograron fortalecer su crecimiento en todo sentido.

    Pamela Pérez P.

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  2. Estos personajes marcaron la historia con sus destrezas, cada uno a su manera y en su tiempo, sin embargo ademas de relacionarlos su participación en la milicia, lo hace su extraordinaria capacidad de estrategia, ya que gracias a ella lograron sus objetivos liderando importantes tropas, y teniendo una excelente participación en guerras cruciales.

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  3. Estos personajes con un gran coraje supieron enfrentar toda dificultad, salir adelante y dejarnos grandes lecciones para los jóvenes de hoy quienes debemos saber que ser cada dia mejor es una satisfacción para toda la vida.

    Belén Carrasco.

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